El proyecto final de estudios de Berena Álvarez Fernández se podrá ver en la escuela a partir de este jueves, a las 20.30 horas. La muestra, que permanecerá en la sala hasta el 23 de abril, critica la violencia ejercida contra el cuerpo de la mujer y es fruto del Diploma de Estudios Fotográficos.
«Es necesario volver a impulsar la lucha de los movimientos feministas de los años 70 y 80, ya que las mujeres aún estamos un escalón por debajo», confiesa la fotógrafa Berena Álvarez Fernández. Las 53 mujeres fallecidas el año pasado por violencia de género son prueba de lo mucho que queda por hacer.
Ahora y con motivo del día internacional de la mujer, una exposición en espai d’art fotogràfic busca romper las ataduras impuestas por el machismo para evitar la denigración de las mujeres. El trabajo “Gossypium” de la fotógrafa Berena Álvarez Fernández se inaugura el próximo jueves 5 de marzo, a las 20.30 horas, en la escuela.
En “Gossypium” se habla de la utilización del cuerpo de la mujer como objeto y de la violencia ejercida contra éste. A partir de una estética sencilla y con el blanco y el rojo como colores dominantes, las fotografías subvierten los roles impuestos por el sistema patriarcal para mostrar a un hombre desnudo, atado, débil, indefenso y reprimido sexualmente.
Con este intercambio de papeles, la mujer se libera de sus ataduras y es el hombre el que se convierte en objeto. Además, Berena Álvarez escenifica a través de la cuerda de algodón roja a una mujer fuerte, autónoma y luchadora. En sus imágenes vemos como esa cuerda es la que comprime al hombre, presiona su garganta o estrangula sus órganos sexuales.
«La opresión que genera la cuerda en la piel se relaciona con la violencia que se ejerce contra el cuerpo de la mujer», explica Berena Álvarez. La sensación de ahogo y asfixia que transmiten sus fotografías es utilizada para crear conciencia entre el público por medio del displacer.
La exposición “Gossypium” es fruto del proyecto final del Diploma de Estudios Fotográficos de espai d’art fotogràfic. Estos trabajos fotográficos son tutorizados a lo largo de un año académico por el director de la escuela, Nicolás Llorens, y suponen la consolidación de los alumnos como fotógrafos profesionales.
