1939
Acaba la guerra civil.
Comienzan años de represión sobre la población civil. Decenas de miles de personas son asesinadas en nombre del golpe militar durante décadas. El gobierno fascista se emplea a fondo en aplastar con sofocante violencia cualquier intento de oposición al régimen. El terror organizado por las autoridades rebeldes se articula en torno a una rigurosa planificación en la que son habituales los fusilamientos sin juicios, las torturas prolongadas y las desapariciones arbitrarias de civiles.
La represión ideada por las instituciones fascistas no sólo es sistemática, sino que se esmera en borrar sus huellas de forma deliberada: se destruyen archivos, se pierden documentos, se extravían registros y se confunden datos del exterminio.
Siguiendo esta estrategia de ocultación de pruebas, se amontonan cadáveres en fosas comunes y se esconde el crimen en arenas áun más profundas, diluyendo en la tierra la identidad de las víctimas.
2013
Ahora se niega la muerte a quien antes se negó la vida.
